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Talento y Autoconocimiento
En ocasiones nos encontramos personas que no se valoran lo suficiente. Desarrollan una actividad aportando valor, pero no se lo reconocen a sí mismos.
La falta de autoestima limita a estas personas en su desarrollo, tanto personal como profesional, y les aboca a un desempeño limitado, por esa falta de confianza en sí mismos. Por esta razón es tan importante el autoconocimiento.
Aunque pueda parecer un proceso fácil, el conocerse a uno mismo implica unas serie de esfuerzos que lo pone fuera del alcance de la mayoría de personas:
- En primer lugar es necesario que la persona dedique tiempo a reflexionar, cosa ya de por si poco habitual. En general existe la creencia de que la reflexión es una pérdida de tiempo.
- Al mismo tiempo hace falta un alto grado de humildad para reconocer nuestras debilidades.
- Por último, se necesita un esfuerzo de autovaloración para poner de manifiesto nuestras fortalezas.
Cada persona tiene un determinado conjunto de talentos (aunque haya quien cree que no tiene ninguno) y conocer los nuestros nos ayudará a decidir adónde queremos ir y qué queremos hacer.
Un modelo de referencia a la hora de identificar nuestros talentos podría ser el creado por el Instituto Gallup, que incorpora 34 Talentos y un cuestionario que nos ayuda a identificar cuáles son los más importantes en nuestro caso.
Este sistema está basado en estudios de millones de personas, que les han permitido identificar 34 puntos que en mayor o menor medida, existen en una persona. De todos estos talentos, habrán algunos en los que serás bueno, y tu puedes encontrarlos.
Sin embargo, hay muchas ocasiones en las que consideramos que los resultados obtenidos por una persona son debidos a su “talento natural” cuando, en realidad, pueden ser debidos a su esfuerzo.
Me gustó mucho un libro que me recomendó Amalio Rey y que se centra en un enfoque diferente, contrastando el talento con el binomio “Pasión-Perseverancia”. Angela Duckworth reflejó en “Grit: El poder de la pasión y la perseverancia” los resultados de un profundo estudio en el que se apoya para afirmar que el éxito en la vida no solo tiene que ver con la inteligencia o el talento natural.
Tras la lectura del libro abordé la serie de artículos que Amalio publicó al respecto con sus reflexiones sobre el estudio y el libro, y recomiendo leerlos todos a quién esté interesado en el tema.
Al final se trata de conocerse mejor para poder decidir hacia dónde queremos ir y qué necesitamos para recorrer ese camino con éxito.
Para ello, podemos dibujar un mapa mental en el que desgranemos lo que sabemos de nosotros (pidiendo ayuda si fuera necesario a quien mejor nos conozca) y a continuación desarrollemos lo que queremos alcanzar. En función del “gap” que tengamos en ciertas habilidades o competencias podemos dibujar nuestra hoja de ruta para formarnos con una orientación clara hacia nuestros objetivos.
Hay que tener en cuenta que, tanto a nivel personal como profesional, al igual que ocurre con las empresas y los productos, es importante diferenciarse del resto para alcanzar el éxito. Si ofrecemos más de lo mismo nadie se va a decantar por nosotros.
Ya sea por habilidades técnicas o por competencias transversales (ahora las llaman “soft-skills”), lo importante es que en conjunto nuestra “oferta” sea atractiva para el mercado, y para ello, nosotros somos los primeros que debemos conocerla y valorarla.