SE TU EL CAMBIO

Está tan extendido este modelo que casi hemos dejado de percibir el matiz. Y por este motivo me parece más preocupante.

En esta época tan apasionante que nos ha tocado vivir nos encontramos casi a diario con mensajes de todo tipo que nos invitan a ser mejores personas, aumentar nuestro nivel de empatía, de asertividad, la inteligencia emocional, el autoconocimiento, la comunicación con nuestros equipos y un largo etcétera de temas claves para nuestro crecimiento personal.

Lo curioso es que la mayoría de los “gurús” que nos dan estas recomendaciones, como grandes sabios subidos en sus tarimas y escenarios, no las practican lo más mínimo.

Empiezo la lista de ejemplos con ese jefe que contrata un profesional para que ayude a su equipo a mejorar, sin plantearse nunca que el mayor problema de su organización es él mismo y su falta de desarrollo personal.

Continuamos con ese ponente mediático que habla de actitud positiva, de ser buenas personas, de motivación y luego despliega todo su ego a la hora de relacionarse con los asistentes a su conferencia y que trata al personal que hace posible el evento como si fueran inferiores.

Los influencers que convencen a sus seguidores de las ventajas de esta o aquella nueva moda o tendencia, y que luego son descubiertos saltándose sus propias recomendaciones para disfrutar convenientemente de la vida o para cuidar su salud de una forma realmente adecuada, y no como ellos recomiendan.

Ese político que se preocupa por “el pueblo” y habla de la “casta” para luego comprarse un chalet que la “gente normal” no podrá permitirse en su vida.

Esos dirigentes que organizan una Cumbre del Clima, en la que se “habla” de cómo combatir el Cambio Climático, que no conduce a acciones prácticas, pero que aporta un consumo ingente de recursos públicos y de CO2.

Si tomáramos como ejemplo a todos estos individuos y otros muchos ejemplos que me dejo para no alargar más esta introducción, nos centraríamos en convertirnos en peores personas.

Sin embargo, cada uno de otros tiene la oportunidad de liderar su propio cambio a través de su creciente personal. No es necesario pedir a los demás que mejoren, podemos convertirnos en impulsores de esos cambios con nuestro hacer diario.

“Se tu el cambio que quieres ver en el mundo”

Mahatma Gandhi

Dentro de nuestro círculo de influencia tenemos la oportunidad de cambiar y de servir como referencia a otras personas.

Normalmente no tenemos resistencia al cambio, sino a que nos cambien.

En este sentido me llama poderosamente la atención cuanta gente le pide a los dirigentes que hagan cosas para combatir el cambio climático. Sin embargo cuando les preguntas a esas misma personas qué hacen ellos diariamente para el mismo objetivo se sorprenden. Es como si no tuviera nada que ver con ellos.

Yo pregunto:

  • ¿Reciclas en tu casa todo lo posible?
  • ¿Usas bolsas reutilizables?
  • ¿Tienes un buen aislamiento para evitar fugas de calor o frío?
  • ¿Usas un vehículo con bajo nivel de contaminación? Ya no hablo de uno eléctrico que da para un debate más profundo.
  • ¿Compartes vehículo para amortizar la huella de carbono de tus desplazamientos?
  • ¿Aprovechas la Transformación Digital para reducir el uso de papel?

Parece evidente que todos podemos hacer mucho más a diario de lo que habitualmente hacemos, además de pedir a los demás que hagan algo.

El mundo de la empresa no es una excepción y cada uno de nosotros puede empezar a liderar su propio cambio desde la posición que ocupe dentro de su organización, ya sea en la cumbre, como directivo o mando intermedio, o simplemente como empleado.

En nuestra mano está empezar a demostrar nuestras propuestas de mejora con acciones y no solo con palabras.

Francisco Páez

Consejero, Interim Manager y Experto en Desarrollo Personal para Directivos y Profesionales