Comunicación

Como ya he comentado en algún post anterior, las relaciones están basadas en la comunicación. Sin embargo, parece haber personas que lo desconocen o que lo ignoran de manera deliberada.

Soy consciente de que vivimos en una época de sobre-exposición a las comunicaciones en general. A diario recibimos muchos emails, mensajes por WhatsApp y llamadas, y entiendo que hay personas que con ese nivel de saturación de comunicación serán incapaces de gestionar de forma adecuada todos sus canales.

Para estas personas, mi recomendación sería poner a dieta los canales de comunicación con una serie de premisas básicas que podrían ayudarles a reducir su nivel de ansiedad:

  • darse de baja de boletines
  • eliminar suscripciones
  • salir de ciertos grupos de WhatsApp
  • abandonar ciertas relaciones que son fuente de bombardeo de mensajes

Por otra parte, considero que cuando estamos en proceso de una nueva relación profesional, ya sea la presentación de un proyecto o la colaboración de algún tipo, la comunicación fluida es fundamental.

En mi opinión, lo relevante en estos casos es que los árboles no te dejan ver el bosque. Considero que las personas sometidas a ese bombardeo de mensajes, ante su incapacidad para gestionarlos, deciden ignorarlos por completo, perdiéndose en esa maraña los mensajes importantes en su relaciones tanto personales como profesionales.

En mi caso al menos, cuando entro en contacto con alguien por alguna consulta, colaboración o cualquier otro tipo de relación, el primer paso que espero es una respuesta de haber recibido el mensaje. Si no vas a poder contestar o proporcionar la información que se solicita, yo al menos espero una respuesta que simplemente cierra esa primera fase de la comunicación.

“Lo he recibido y te digo algo lo antes posible, gracias.”

En algunos casos me lleva a pensar si con esa persona he tenido una mala situación que pueda llevarle a ignorarme de manera predeterminada. Sin embargo, con el tiempo, acabo dándome cuenta de que simplemente se trata de una deficiente gestión de la comunicación.

Dependiendo de situación personal o profesional, entiendo que hay personas que pueden permitirse el lujo de ignorar los mensajes que reciben. Sin embargo, en otros casos, considero que esta falta de comunicación adecuada puede perjudicar tanto su desempeño profesional como su imagen pública, afectando a su Marca Personal.

Es posible también que en algunos casos esta inadecuada gestión de la comunicación esté relacionada con la inexistencia de un buen sistema de información personal.

En mi caso, cualquier comunicación que recibo, que no gestiono en el momento y que debe ser tratada, pasa a mi sistema de información en la forma de una tarea. Respondo al emisor del mensaje para que sepa que lo he recibido y le doy una expectativa de lo que puede ocurrir a modo de respuesta. Después introduzco esa gestión como una tarea dentro de mi sistema para que no se me olvide.

La buena gestión de la comunicación genera una imagen de confianza y contribuye a completar la imagen de marca personal, aportado un grado de confiabilidad.

Por otro lado, si una persona que contacta contigo por cualquiera de los canales de comunicación no recibe una respuesta adecuada, seguirá intentándolo, generando sobre ti una presión que reduce tu productividad personal al mismo tiempo que daña tu imagen profesional.

Así que, ya sea pensando en tu productividad personal, en tu marca personal o en ambas, una buena gestión de la comunicación siempre es una alternativa ganadora.

* La imagen es de Neel en Unsplash

Francisco Páez

Consejero, Interim Manager y Experto en Desarrollo Personal para Directivos y Profesionales