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Las fortalezas de las empresas familiares son clave para la recuperación
Desde que finalizó en 2007 el gran periodo de “vacas gordas” situado entre la crisis de 1992 y la del 2008, hemos ido enlazando 3 crisis que han dejado a nuestro país y al mundo entero en una situación crítica.
Según las teorías de los entendidos, estos 3 periodos dramáticos para la empresas (y las personas, que son las que las crean y las mantienen) han sido también épocas de aprendizaje, de reinventarse y de salir reforzados.
Sin embargo, hay muchas empresas que no han tenido la oportunidad o la capacidad para hacerlo y se han visto abocadas al cierre.
Hace unos días asistí al I Encuentro Provincial de Empresa Familiar, organizado por AEFA. Una jornada especialmente útil para recoger la visión de algunas de las empresas de referencia en nuestra provincia y también la perspectiva del Instituto de la Empresa Familiar.
Puedes ver la jornada completa en el canal de YouTube de AEFA
En mi humilde opinión, uno de los momentos mas interesantes fue la mesa redonda de la mañana, bajo el título de “Retos empresariales en el entorno BANI”. Mas allá del titulo, el debate sirvió para poner de manifiesto el punto de vista común, compartido también por muchos asistentes, sobre las diferencias en la forma de abordar las crisis de las empresas familiares y de las que no lo son.
A modo de resumen personal, dejo algunas de las ideas que circularon y que me parecieron las más relevantes:
- Hay que poner en valor la figura del empresario. Sigue siendo un tema pendiente en nuestro país. Quitando a los que se aprovechan de las circunstancias, abusan de los empleados y son oportunistas, la mayoría de los empresarios se juega su patrimonio a diario.
- A diferencia de otro tipo de empresas, las familiares suelen estar arraigadas a su territorio y eso marca una diferencia importante cuando las cosas vienen torcidas. Cuando la empresa no tiene arraigo territorial, no duda en buscar una nueva ubicación para desarrollar su actividad, si se le ofrecen ventajas. Inditex no nació en Madrid o Barcelona, sino en Arteixo, donde sigue teniendo su sede central. Lo mismo ocurre con otras muchas empresas familiares de la provincia de Alicante.
- La fuga del talento universitario hacia las grandes ciudades solo puede frenarse ofreciendo oportunidades en nuestra tierra; y esto está relacionado con la fortaleza de las empresas.
- Durante la crisis del COVID-19 el índice de despidos en las empresas familiares fue inferior a la media (Fuente INECA)
- Las empresas deben poner el foco en la gobernanza y en el relevo generacional, que necesita una planificación adecuada. Una gran oportunidad.
- Las empresas familiares que cierran o son compradas por fondos de inversión suele ser por problemas familiares y no por malos resultados el negocio. Otra oportunidad más.
- Por último, y no menos importante, las empresas familiares piden mayor agilidad a la administración pública. La lentitud en los trámites administrativos suele ser un freno para el desarrollo de parques empresariales, entre otros temas, que facilitan el crecimiento económico y empresarial.
Como decía al principio, las empresas familiares tienen fortalezas que hay que aprovechar en momentos de incertidumbre. Una buena oportunidad para reforzar los demás aspectos claves para su crecimiento y desarrollo.