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La gestión de las emociones en el desarrollo personal
Dentro de nuestra estructura personal nos encontramos con tres grandes áreas asociados a nuestra personalidad y que, en función de su desarrollo, nos van a permitir evolucionar como personas: Creencias, Valores y Emociones. El Autoconocimiento nos permite trabajar estas tres áreas para ayudarnos a conocernos mejor y a decidir conscientemente cómo queremos ser.
Nuestro sistema educativo tiene, en general, dos grandes carencias: nos faltan educación financiera y educación emocional. La falta de educación financiera es un lastre que condiciona nuestra vida al no saber administrar correctamente nuestra economía, pero lo que me interesa en esta ocasión es la falta de educación emocional.
Nos falta vocabulario emocional y nos falta consciencia sobre las emociones. Tradicionalmente en nuestra sociedad ha estado mal visto hablar de emociones y, sin embargo, ahora nos encontramos metidos de lleno en la Era de las Emociones. Las empresas que quieren vendernos algo ni tan siquiera se molestan en mostrarnos el producto; nos hablan de emociones, de cómo nos sentiremos cuando lo tengamos, cuando lo usemos, cuando lo compartamos.
Pero sigue faltándonos lenguaje emocional. Si nos encontramos a un amigo por la calle y le preguntamos cómo está, su repuesta más probable se situaría entre “bien” y “mal”. El impulso de las redes sociales hacia el vocabulario emocional (necesario para ellos en su afán de conocernos mejor, para vendernos mejor) nos lleva a usar expresiones elegidas de una lista que nos presentan par contarle a nuestros amigos “solo en las redes” cómo nos sentimos.
Existen 5 emociones primarias: Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Tradicionalmente la alegría es la emoción que más nos interesa y culturalmente hemos ido aparcando las otras en un rincón para usarlas lo menos posible. Si un amigo nos dice que le han despedido de su trabajo y que está triste, lo más habitual es que intentemos animarle para que no lo esté con frases del tipo: “Anímate hombre, no estés triste. Ya verás como pronto encuentras otro trabajo mejor”.
Sin embargo, todas las emociones son importantes y todas tienen una razón de ser:
- La Alegría nos proporciona salud, felicidad y bienestar.
- La Tristeza nos lleva a la reflexión y es el motor para un nuevo anhelo.
- El Asco nos protege ante algo que puede ser dañino para nosotros.
- La Ira nos lleva a la acción, a ser creativos, a hacer algo diferente.
- El Miedo nos anticipa un posible peligro y nos prepara para defendernos, huir o atacar.
La clave del equilibrio emocional consiste en saber pasar por cada una de las emociones cuando lo necesitamos, sin quedarnos anclados en ninguna. El tránsito de una emoción a otra es fundamental para sentirnos bien en cada momento.
Dicen los expertos que muchas personas tienen bloqueada una emoción a la que no se permiten acceder. Es probable que conozcas a personas que nunca se enfadan, personas que nunca están tristes o personas que nunca están alegres. Si tenemos bloqueada una emoción, cuando alguien la tenga no sabremos relacionarnos de forma adecuada con esa persona. Es importante que identifiquemos si tenemos alguna emoción bloqueada y que lo trabajemos para ampliar nuestra capacidad de gestión emocional.
Una ayuda interesante a la hora de trabajar en el desarrollo de nuestra emociones es la película “Inside Out” que se tradujo en nuestro país como “Del revés”. Está basada en las vivencias de una niña de 8 años vistas desde la perspectiva de su “Centro de Control de las Emociones”. Los protagonistas son las 5 emociones primarias y su trabajo para guiar emocionalmente a la niña en su vida.
Aunque pueda parecer una película para niños, tiene un contenido educativo tremendo para entender el mundo de las emociones y aprender a valorarlas en su justa medida.
Si en el camino del Desarrollo Personal nos gustaría aumentar nuestra capacidad para desenvolvernos en la vida en general, y a dirigir adecuadamente a nuestros equipos, la mejora de la gestión de las emociones debería ser una de nuestras prioridades.