Interim Management

A lo largo de mi carrera profesional, he pasado por muchas empresas que necesitaban la ayuda de un profesional externo para abordar un proyecto o resolver una situación complicada.

En muchos casos, tras meses de trabajo con un consultor externo, el proyecto acababa sin conseguir los objetivos propuestos.

El problema viene principalmente de la falta de decisión ejecutiva:

  • Se analiza la situación
  • Se determina lo que hay que hacer
  • Se definen los planes de acción
  • Se crean los indicadores
  • Se implementa el sistema de seguimiento
  • … pero no se ejecuta

El consultor acuerda con el equipo lo que tiene que hacer cada uno y todo el mundo coincide en que es lo más adecuado.

Cuando el consultor vuelve a la empresa en la siguiente sesión acordada, se encuentra que no se ha ejecutado nada de lo previsto.

Siempre hay excusas y razones de peso para poner otras tareas por delante.

La falta de autoridad del consultor en la ejecución impide que se imponga la razón necesaria para llevar a buen puerto del proyecto.

En ocasiones, la empresa llega a criticar el trabajo del consultor aludiendo que no se han conseguido los resultados propuestos, aunque sean ellos los que no hayan hecho su parte del trabajo.

Lo que suele imperar es la falta de compromiso real y de responsabilidad de los directivos de la empresa, empezando en muchos casos por la propia gerencia.

Cuando un Interim Manager asume una misión, “adquiere” la responsabilidad ejecutiva de la misma, por lo que es capaz de garantizar el cumplimiento de los objetivos.

Sin embargo, un consultor jamás podrá garantizar el resultado porque está a merced de la voluntad de los directivos internos a la hora de ejecutar el proyecto.

He conocido casos de empresas por las que han pasado varios consultores tratando de resolver el mismo problema sin éxito. La empresa siempre achaca el fracaso al consultor y busca otro.

En ningún caso se paran a reflexionar sobre si el verdadero problema son ellos.

Suelo encontrarme que la misma persona que busca un profesional externo para un proyecto es la que impide que se ejecute de forma exitosa.

El Interim Manager suele tener un perfil ejecutivo con amplia experiencia, recursos desarrollados a lo largo de su carrera profesional, una buena red de contactos y, lo más importante, tiene un enfoque resolutivo, siempre orientado a resultados.

Así que, a la hora de abordar un nuevo proyecto en tu empresa, ya sea en cambio organizacional, una transformación digital, el relevo generacional, la puesta en marcha de una nueva planta de producción o un cambio de cultura, valora el Interim Management como la opción más ejecutiva.

Francisco Páez

Consejero, Interim Manager y Experto en Desarrollo Personal para Directivos y Profesionales