Networking

En el Networking podemos encontrar otra oportunidad más para nuestro desarrollo personal y profesional.

Desde que se puso de moda en nuestro país hace unos 10 años con el boom del mundo de los emprendedores, el Networking ha ido evolucionando hasta convertirse en una herramienta potente para consolidar nuestra marca personal.

Tras la avalancha inicial de encuentros de todo tipo con el tiempo se ha ido transformando en un medio más profesionalizado para hacer contactos y aprovechar su potencial.

Mucha gente considera el Networking solo con la perspectiva de hacer muchos contactos. Sin embargo, como en otros aspectos de la vida, es mejor la calidad que la cantidad.

De nada sirve salir de cualquier evento con un montón de tarjetas si no se transforma en algún tipo de relación, ya sea de colaboración, de tipo comercial para hacer negocios o de tipo personal para crecer.

Con esto en mente es conveniente plantear una estructura de tres pasos con el fin de aprovechar al máximo esas posibilidades.

ANTES

En primer lugar hay que preparar la asistencia al evento en el que vamos a poder conocer e interactuar con otras personas. Para ello es fundamental saber con qué tipo de perfiles vamos a coincidir y definir claramente nuestra estrategia: a quién nos interesa conocer y para qué.

Si hay conferencias, mesas redondas o ponencias y se han anunciado los ponentes, podemos establecer contacto con ellos previamente a través de LinkedIn y comunicarles nuestro interés en asistir a su ponencia y conocerles personalmente.

Tarjetas de visita

DURANTE

En segundo lugar tenemos que pensar lo que nosotros podemos hacer por los demás y no solo lo que ellos pueden hacer por nosotros. Como explica Dale Carnagie en su famoso libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” interesándote por los problemas y las necesidades de los demás conseguirás que te presten atención y estén más dispuestos a ayudarte a ti.

Si la mayoría de los asistentes a un evento va “a vender” o “a venderse”, los pocos destinatarios de estas atenciones acabarán saturados y no prestarán atención a ninguno. Si quieres destacar entre el resto y dejar huella prueba a preguntarles qué necesitan. No tiene por qué ser necesariamente que les compres sus servicios o productos. Investiga qué posibles clientes tenéis en común, identifica algún contacto que tú podrías pasarles y que estuviera interesado en sus productos o servicios. En definitiva buscamos ser útiles a los demás. De esta forma tendremos más posibilidades de ser recordados entre el resto.

DESPUÉS

En tercer lugar, tras el evento, hay que darle seguimiento a los contactos que hayamos conseguido hacer. Evidentemente nos centraremos en aquellos que hayan despertado un verdadero interés en nosotros y en aquellos a los que nos hayamos comprometido a prestar ayuda.

Con el fin de cerrar el círculo con aquellas personas que nos han parecido más interesantes podemos enviar un mail para manifestar nuestra alegría por habernos conocido y dejar abierta la puerta hacia una futura colaboración.

También podemos localizarlos en las redes sociales que nos interesen (con preferencia por LinkedIn) y de esta forma consolidar nuestra red de contactos profesionales.

Por último, si nos hemos comprometido a ayudar a alguien tenemos que cumplir con nuestro compromiso si queremos mantener la confianza generada en la primera impresión.

Francisco Páez

Consejero, Interim Manager y Experto en Desarrollo Personal para Directivos y Profesionales