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¿Cómo impacta en tu entorno tu manera de comunicar?
Hace unos días asistí a una jornada en la que tuvieron lugar dos ponencias sobre temas de Inteligencia Artificial y Nuevas Tecnologías para la empresa.
La reflexión no viene tanto sobre el contenido de las ponencias, que me resultaron muy interesantes, sino sobre los propios ponentes.
En la primera ponencia me quedé enganchado desde el principio. El ponente me transmitió su saber-hacer a través de un conjunto de elementos que inconscientemente me conectaron con su mensaje y aumentaron mi interés al máximo.
Sin embargo, en la segunda ponencia, a pesar de ser un tema que conozco mejor y que, a priori, me podía aportar más, perdí el interés al poco de comenzar.
Tengo que reconocer que al terminar la jornada me sentí un poco extraño, así que decidí analizar las razones de esta diferencia. Al hacerlo descubrí que, independientemente de cómo se desarrollaron ambas ponencias, las diferencias que voy a comentar tenían tanto que ver conmigo como con ellos.
Es decir, mi manera de interpretar las cosas, mi filtro de la vida, me había hecho conectar mucho más con el primer ponente que con el segundo, asignándole a su ponencia mucho más valor para mí, basándome inconscientemente en cómo me había hecho sentir, y no solo en la información objetiva que transmitió.
Utilizando como referencia el modelo del Eneagrama de la Personalidad, yo me sitúo como Eneatipo 1 (Perfeccionista con predominante Social). Es decir, tiendo a buscar la perfección, me gustan la cosas estructuradas, la puntualidad, la coherencia, etc.
Tras analizar de nuevo las dos intervenciones, he descubierto estas “diferencias” que marcaron claramente mi opinión sobre ellas, y que tienen que ver, según mi humilde opinión, con la Coherencia.
“Es decir, no solo hay que ser bueno, sino también parecerlo.”
Aspecto
Aunque ambos ponentes llevaban traje y corbata, el primer ponente me transmitió confianza con su aspecto, mientras que el segundo me pareció un poco más “desaliñado”.
Lenguaje verbal
El primer ponente me transmitió una coherencia entre su forma de hablar, el tono de su voz y los mensajes transmitidos.
Del segundo ponente me llegó un lenguaje más vulgar y mensajes dispersos.
Lenguaje Corporal
Los movimientos que acompañaban las explicaciones del primer ponente me transmitían seguridad y confianza, y los del segundo los percibí como menos alineados con el mensaje que pretendía transmitir.
Diapositivas
El primer ponente tenía en su presentación diapositivas con mensajes cortos y claros.
El segundo tenía muchas diapositivas llenas de texto que tenía que leer, aportando mucha información sin conseguir conectar conmigo en ningún momento.
En toda esta reflexión he hablado siempre de mis percepciones porque, probablemente, otro asistente a la misma jornada haya percibido cosas diferentes y no estará de acuerdo conmigo.
Lo que me gustaría dejar como mensaje para todos aquellos que se encuentren en un camino de crecimiento personal, es la importancia de conocer nuestro estilo de comunicación.
Si somos capaces de evolucionar y desarrollar habilidades de comunicación que nos permitan adaptarnos al contexto y a los destinatarios de nuestra comunicación, ya sea frente a un auditorio lleno de personas o delante de nuestros colaboradores, incrementaremos considerablemente nuestra capacidad de liderazgo.