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Aprende a liderar en la incertidumbre
Por mucho que nos resistamos a aceptarlo, algo de incertidumbre siempre es inevitable.
Nos ha tocado vivir en una época vertiginosa, donde todo se desarrolla a mucha velocidad. Las referencias históricas apenas sirven para tomar decisiones y los cambios se suceden sin cesar.
Antes, las empresas hacían planes a largo plazo (hasta 15 años) y hoy apenas sabemos lo que nos espera el próximo mes.
Si estás en algún puesto de responsabilidad dentro de tu organización, con personas a tu cargo, tienes que estar preparado para liderar a tu equipo a través de aguas turbulentas. Pero hacerlo requiere prepararse y trabajar la mentalidad adecuada.
Aquí dejo algunas pautas que pueden servirte de guía:
Acepta la incomodidad de no saber
A todos nos gusta sentirnos preparados, pensar que tenemos el control.
Sin embargo es necesario cambiar de una mentalidad de “lo-se-todo” a otra de “estoy-dispuesto-a-aprenderlo-todo”. Ten en cuenta que no es necesario que tengas todas las respuestas.
Aprende a distinguir entre cuestiones “complicadas” y “complejas”
Aunque hay mucha gente que las confunde, requieren diferentes soluciones.
Las cuestiones complicadas son difíciles de gestionar y resolver. Las cuestiones complejas tienen muchos más elementos y requieren un enfoque y una atención diferentes.
Abandona el perfeccionismo
En su lugar, apunta al progreso, espera errores y aprende a reconocer que tienes la capacidad de corregir continuamente el rumbo cuando sea necesario.
El perfeccionismo tiene sus ventajas hasta cierto punto. A partir de ahí, solo genera frustración y retrasos.
Resiste la tentación de simplificar demasiado y llegar a conclusiones rápidas
Tendrás que adoptar un enfoque disciplinado para comprender tanto la complejidad de la situación como tus propios prejuicios.
No tienes por qué hacerlo solo. Conecta con otros compañeros que tengan su propio conjunto de experiencias y perspectivas en las que basarse.
Toma un poco de distancia
En ocasiones, estar muy encima de los temas que nos preocupan nos resta perspectiva. Prueba a adoptar una visión amplia y sistémica de los problemas en cuestión. Este nuevo enfoque puede revelar supuestos en los que antes no te habías parado a pensar, y que de otro modo serían invisibles.
La incertidumbre es una parte permanente del paisaje del liderazgo. Nunca nos abandona; por lo que lo mejor es prepararse para convivir con ella. Además, este enfoque aporta al equipo la sensación de que estamos en un proceso de mejora continua y evita que nos acomodemos en una zona de confort que nos haga perder competitividad.
Los grandes líderes lideran sin saberlo todo. No buscan eliminar la incertidumbre, sino que aprenden a navegar a través de ella.
Los grandes líderes saben que la claridad de la Visión es más importante que la certidumbre del resultado.
Así que, cuando te veas dudando porque no tienes todas las respuestas, recuerda que en la incertidumbre es donde los líderes suelen dar lo mejor de sí mismos.